Los adolesdentes frente a la autoridad paterna
Generalmente los padres tratan de inculcar a sus hijos una serie de normas familiares y sociales con las que tienen que convivir en su desarrollo. De esta forma, les imponen unos
límites y les otorgan premios o castigos según su comportamiento. Cuando el hijo llega a la adolescencia, esta tarea es más difícil, ya que a esta edad es común que los jóvenes rechacen las normas y las cuestionen
cuando no están de acuerdo con ellas.
La adolescencia, es una etapa dificultosa, rechazan todo lo que forma parte de su infancia, incluidos la autoridad de
los padres y los modelos de referencia que ellos le ofrecen. Se enfrenta al medio que le rodea y actúa de forma contraria a la que le sugieren los adultos como una forma de afianzar su personalidad.
No es aconsejable entrar en su dinámica de rivalidad y testarudez ya que, además de reforzar esta actitud, no se consiguen buenos resultados. Esta postura provoca enfrentamientos,
estados de irritabilidad y agresividad entre los miembros de la familia, y puede dificultar la convivencia familiar.
Se debería de reaccionar, teniendo en
cuenta, las actitudes de continua crítica, rebeldía y oposición que se presentan en la adolescencia deben ser consideradas como normales, propias de la etapa evolutiva que se está atravesando. El sentido del humor y la ausencia
de susceptibilidad son unas valiosas armas para soportar los continuos ataques y retos que a los jóvenes tanto les gustan. A medida que el joven se hace mayor, se encuentra más seguro, accesible y tolerante, lo que facilitará las relaciones
familiares.